Sra. Cristina Garmendia:
Desde el Colectivo Estudiantil Alternativo (CEA), primera fuerza claustral de la Universidad de Salamanca, mantenemos, al igual que muchos colectivos de todo el Estado, una postura crítica con este proceso de Bolonia. Esta postura crítica, se produce por diversas razones que van desde la catastrófica forma por la que se está implantando hasta el trasfondo que vemos en dicho proceso.
En primer lugar, la elaboración de los reales decretos por los que se implanta el Espacio Europeo de Educación Superior ha sido nefasta por múltiples razones. Entre ellas, destaca la falta de debate en la comunidad universitaria, es decir, no se ha debatido sobre qué universidad queremos, ni sobre qué modelo de enseñanza queremos, ni sobre qué hay que enseñar, ni tampoco se ha planteado qué Universidad es la que necesita la sociedad española para mejorar y progresar. La elaboración y el debate se ha dado en las altas esferas, donde las necesidades de la ciudadanía no se han visto representadas, sino que el peso principal lo han tenido las grandes empresas y las grandes entidades financieras, de ahí el calado mercantilizador de la reforma que estamos viviendo. ¿Podemos llamar debate a lo que se da en las Comisiones de elaboración de los grados? No, porque éstas no han sido creadas para debatir sobre cómo queremos que sea nuestra universidad y la reforma de la misma, sino que han sido creadas para aplicar lo que desde arriba se nos impone. Además, también nos encontramos con las excesivas ansias de rapidez y velocidad de su administración en la aplicación de los grados, lo que ha obligado a muchas facultades a hacer los grados deprisa y corriendo, sin responder a las necesidades reales de cada centro.
Y es que, señora Garmendia, la implantación de los grados está siendo como si un edificio que debería construirse en diez años, se construyese en tan sólo dos años, sin incrementar el presupuesto, ni planificar los gastos que puede ocasionar la rápida construcción. Siguiendo con la metáfora, los que nos oponemos a Bolonia creemos que antes de que se caiga el edificio por su mala construcción, hay que paralizar la obra; y para empezar de nuevo, debatir y pensar cuáles creemos que deben ser los cimientos de dicho edificio, cómo debe ser su estructura, y qué utilidad queremos darle. Ustedes, los defensores de Bolonia, no nos han enseñado los planos del edificio antes de construirlo, sino que sólo nos han vendido la fachada del mismo. Dicha fachada es bonita, ¿pero lo son los cimientos?. En nuestra opinión no, ya que dichos cimientos se basan en una competitividad suicida entre universidades, en la introducción de préstamos que sustituirán progresivamente a las becas en los posgrados, en la devaluación de las hasta ahora llamadas licenciaturas y en permitir a las grandes empresas dictar qué debe ser investigado y estudiado y qué no, entre otras cosas. Resumiendo, esta mal llamada convergencia europea supone la elitización y privatización de la Universidad, encubiertas de bellas promesas como la renovación pedagógica o la equiparación con Europa.
Por todo esto, desde CEA reivindicamos la paralización del Proceso de Bolonia, y que posteriormente se creen en todas las facultades de España comisiones en las que se debata cómo debe ser la reforma además de intentar implicar a ciudadanía en dicho debate , para que el debate sea de abajo a arriba. Esto producirá que nos acerquemos a las verdaderas demandas de la Sociedad en cuanto a la producción de conocimiento, y sobre todo que el acceso y permanencia en la educación superior no se vea trabada por las condiciones económicas del ciudadano.
COLECTIVO ESTUDIANTIL ALTERNATIVO
Universidad de Salamanca