Propuestas
del Colectivo Estudiantil Alternativo (CEA)
Desde
el Colectivo Estudiantil Alternativo (CEA) recogemos el guante que nos lanza el
equipo del actual Rector de hacer propuestas que pueda incluir en su programa y
presentamos el siguiente decálogo de forma pública con la intención de que
puedan utilizarlo tanto el suyo cómo cualquier otro equipo que se presente a
las elecciones. Con este breve documento constatamos que, a pesar de que
nuestro colectivo es a menudo acusado de que no hacemos propuestas concretas
con este fin, esto no es cierto, sino que lo que a menudo sucede es que
nuestras propuestas tratan de ir siempre un poco más allá, pues defendemos un
modelo de Universidad completamente distinto del actual. Nuestra propuesta es y
será siempre la de una Universidad verdaderamente democrática, pública,
gratuita, laica y de calidad. Por ello, esperemos que los viejos y nuevos
candidatos a Rector o Rectora tengan a bien escuchar nuestras propuestas e
incluirlas en su programa.
En
primer lugar, no estaría de más que se llenasen de contenido democrático
órganos como el Claustro o el Consejo de gobierno, a pesar de que la
legislación vigente intente impedirlo por todos los medios ¿Cómo? Escuchando la
voz de los alumnos y alumnas de la USAL a través de las asociaciones
estudiantiles representadas en estos órganos. Esto implica respetar tácitamente
las mayorías y no utilizar mecanismos que solo podemos definir como “juego
sucio” para tratar de apartar una voz que la mayoría de las veces es crítica,
como sucedió con la elección del representante de alumnos y alumnas en el
Consejo Social de la Universidad.
En
segundo lugar, permitiendo que la Universidad sea un espacio de diálogo,
reflexión y crítica de la sociedad en la que vivimos, en la que también se hable
de los problemas sociales que afectan a la mayoría de los ciudadanos y
ciudadanas, especialmente a sus jóvenes. Para ello el rectorado debe facilitar
los actos que algunas asociaciones estudiantiles proponemos tales como charlas,
conciertos, etc. sin ceder a los chantajes y las presiones políticas que estos
actos puedan suscitar. La censura de la charla de “Alfon” es algo intolerable,
así como un hecho sin precedentes en una Universidad democrática, y nos oponemos tajantemente a que puedan volver a
darse casos parecidos.
En
tercer lugar, atendiendo a estos motivos, el rectorado debe facilitar que los y
las jóvenes puedan estudiar y compaginar sus estudios con otras actividades
tales como el ocio, pero sobretodo el trabajo, teniendo en cuenta el
encarecimiento de la matrícula en los últimos años, la reducción de becas y la
difícil situación económica que atraviesan muchas familias trabajadoras. Aquí
lanzamos algunas propuestas:
-
Estableciendo dos formas de evaluación dentro
de la Convocatoria Ordinaria en las asignaturas de todos los Grados. La
Resolución de 19 de noviembre 2009, de la Universidad de Salamanca, por la que
se hacen públicas las Normas de permanencia de los/las estudiantes en la
Universidad de Salamanca, obliga a los alumnos y alumnas que deseen continuar
sus estudios académicos a matricularse, en primer lugar, de las asignaturas
pendientes de forma obligada (Artículo 4º, sección A del documento). Sin
embargo, los alumnos y alumnas encuentran generalmente dos impedimentos a la
hora de cursar las asignaturas pendientes: incompatibilidad de horarios con
otras asignaturas y sistema de evaluación continua. Proponemos que se obligue a
los docentes a establecer un sistema dual de evaluación (presencial y no-presencial),
de tal forma que aquellos alumnos y alumnas que tienen asignaturas pendientes
puedan aprobarlas sin necesidad de tener que matricularse de nuevo en la
asignatura con el encarecimiento que supone el pago de la tercera y siguientes
matrículas.
-
Suprimiendo
el nuevo gasto de matrícula y, a poder ser, con carácter retroactivo,
que aparece con el nombre de “Gastos de Gestión Universitaria” y que encarece
la misma en 50 euros (tanto en las matrículas de Grado como de Máster y
Doctorado). Este gasto no revierte ni en nuestra formación ni en los accesorios
que utilizamos como estudiantes de la USAL, ya sean laboratorios, prácticas,
etc. por ello lo consideramos completamente innecesario.
-
Haciendo que el pago de la matrícula se
fraccione entre 4 y 6 pagos. Tenemos conocimiento que instituciones como la
Universitat de València ya lo hacen de esta forma, con lo que la excusa de que
se trata de una cuestión administrativa de la entidad bancaria que lo gestiona
no nos sirve. Asimismo, pedimos que en el fraccionamiento del pago se incluyan
las matrículas de los doctorandos y doctorandas, teniendo en cuenta el
incremento de las tasas para aquellos y aquellas matriculados en base a la
última regulación.
En
cuarto lugar, para conseguir que la Universidad sea más transparente, como
característica elemental de las democracias, algo que en la actualidad parece
estar completamente olvidado en la gestión de las instituciones del Estado
español, queremos mayor transparencia en las instituciones dependientes de la
Universidad de Salamanca como Colegios y Residencias Universitarias. Queremos
saber quiénes las gestionan y por qué, cuánto cobran, etc. También pedimos que
se regulen los precios de las mismas (reducción de los precios de las
residencias públicas de la Universidad), así como de aquellos servicios
gestionados por empresas privadas como comedores universitarios o servicios de
serigrafía. Si seguimos apretando en estas cuestiones que no son para nada
secundarias al alumnado, sólo conseguiremos expulsar de la Universidad a los
hijos e hijas de trabajadores y trabajadoras.
En
quinto lugar, pedimos la ampliación del horario de las bibliotecas,
especialmente en el periodo de exámenes, teniendo en cuenta que se empiezan a
preparar los exámenes al menos con un mes de antelación y que existen las
recuperaciones. En todo este tiempo, sería conveniente que al menos una
biblioteca permanezca abierta 24 horas y el resto amplíen sus horarios.
En
sexto lugar pedimos que se continúe con la bolsa de becas para ayuda a la
matrícula, comedor, transporte, etc. y que se aumente el número de becas para
doctorandos. 15 ó 16 becas de doctorando no concuerdan con el discurso público
del actual Rector, quien afirma que apuesta por la investigación. Si es cierto
que nuestra Universidad tiene un saldo económico positivo, éste debe revertir
en becas para ayudar a los alumnos y alumnas que más lo necesiten, así como a
promocionar la investigación.
En
séptimo lugar, os recordamos que los Cursos extraordinarios son, o deberían
ser, una forma de complementar nuestra formación, no un método para recaudar
fondos. Los precios actuales de los mismos son altísimos, por lo que
consideramos que debe rebajarse la matrícula en ellos para que puedan atender a
su verdadero fin, como formación complementaria de los miembros de la comunidad
universitaria.
En
octavo lugar consideramos que no debería ser necesario recordarlo, aunque nos
vemos en la obligación de hacerlo: debe hacerse un uso inteligente de los
sistemas de calefacción y aire acondicionado. El compromiso con el medio
ambiente debe ser un valor fundamental.
En
noveno lugar, consideramos que la Universidad no puede regirse en base a los
criterios del mercado. Un mercado que prima el beneficio económico por encima
de cualquier otro valor es simplemente incompatible con una institución como la
Universidad. En la actualidad, en cambio, cuestiones como la reflexión, el
conocimiento o la investigación (valores que deberían regir su espíritu) se
están viendo sometidos a estos criterios de rentabilidad económica. Esto es
sencillamente intolerable. El actual equipo rectoral o los que vengan se
llevarán las manos a la cabeza y afirmarán tajantemente que esto no sucede,
pero cuestiones como la desaparición del Grado de Geografía o el plan que ya
planea en la Facultad de Geografía e Historia para crear un Grado conjunto de
“Geografía, Historia e Historia del Arte” indican todo lo contrario. Estas
medidas no solo relegan las Humanidades a un segundo plano, sino que además
limitan las posibilidades de especialización e investigación en estos campos y
destruyen puestos de trabajo. El equipo rectoral que salga elegido tiene en
estas cuestiones un campo de batalla que se manifestará en los próximos cursos,
así como la obligación moral de defender los valores que tradicionalmente se
han ligado a la Universidad y los puestos de trabajo de los presentes y futuros
trabajadores y trabajadoras de la USAL. En esta línea, desde el Colectivo
Estudiantil Alternativo (CEA) suscribimos todas las propuestas que presenta la
asociación INNOVA-precarios para mejorar las condiciones laborales del Personal
de Investigación (PDI) de la USAL.
En décimo y último lugar, consideramos que
una Universidad que no está al servicio de la sociedad que la mantiene, es una
Universidad inútil. Durante todos estos años, hemos echado de menos el
posicionamiento claro y sin ambigüedades del Rector y su equipo ante lo que
desde el Colectivo Estudiantil Alternativo (CEA) hemos definido como una
auténtica contra-revolución neoliberal, en la que los derechos que
caracterizaban un precario Estado del bienestar están desapareciendo
precipitadamente. Su silencio les hace cómplices de este ataque contra la clase
trabajadora, por lo que proponemos que en los próximos años el equipo rectoral
sea claro y tajante ante la defensa de cuestiones como la educación pública,
pero no sólo eso, sino también ante la defensa de cuestiones como la sanidad
pública, el empleo digno o el bienestar social.