Ayer nos topamos con una chocante decisión del Consejo de Gobierno de la USAL, conceder el Doctorado Honoris Causa al presidente de Iberdrola Ignacio Sánchez Galán. Los motivos que se le atribuyen a Ignacio Sánchez para ser merecedor de este orgullo no son más que vagas afirmaciones tales como “Por su apoyo al Campus de Excelencia Internacional” o por su “intensa relación con la USAL”, si por solo esto fuera podríamos decir que mucha más gente merece ser Doctor Honoris Causa en Salamanca.
Pero claro, la razón principal es la creación de la Cátedra Iberdrola. Fuera de la vergüenza que supone que una cátedra en una universidad pública lleve el nombre de una empresa, desde CEA nos inclinamos a creer que el galardón ha sido “comprado”, más que merecido, por Sánchez Galán gracias a la dotación de 1.5 millones de euros que dio a su cátedra. Si no hubiera soltado el dinero seguro que ahora no nos encontraríamos con esta noticia. Esto nos hace ver el nivel de degradación que está sufriendo la Universidad Pública. Al menos ahora sabemos lo que cuesta que te den un Doctorado Honoris Causa, aunque tal y como está la Universidad, igual por menos también te lo dan, será cuestión de regatear.
Parece que mientras se ponga dinero, realmente importa poco los méritos que una persona haya hecho en su vida para merecer un Doctorado Honoris Causa.
Pero ya que la USAL, además del dinero, no habla de los méritos de Ignacio Sánchez Galán, pues decimos nosotras y nosotros algunos, no vaya a ser que alguien se quede sin saber quién es:
Ignacio Sánchez Galán se subió el sueldo un 40% en plena crisis, llegando a cobrar 8 millones de euros al año. Tras las fuertes críticas de su Junta General de Accionistas se vio obligado a rebajárselo, pasando a cobrar la nada despreciable cifra de 6,80 millones de euros anuales, lo que le sitúa entre los directivos mejor pagados de España, cobrando 150 veces más que el empleado medio de Iberdrola.
Ignacio Sánchez Galán ha firmado recientemente un acuerdo económico con la dictadura Qatarí a través de uno de sus fondos soberanos.
Ignacio Sánchez Galán es uno de los grandes defensores de la energía nuclear en España, a pesar de que los anuncios que hace su compañía nos hablen de cuidar el planeta.
Estas son solo algunas pinceladas de cuáles son los “méritos” de Sánchez Galán, sin contar las flagrantes estafas y abusos que diariamente realiza su compañía.
Desde CEA mostramos nuestro más absoluto rechazo a este título. Sánchez Galán no se merece de ninguna manera ser Doctor Honoris Causa.