Estudiantes de todas las facultades de la USAL hemos organizado este encierro con el fin de demostrar que no nos vamos a quedar sentados mientras se implanta un nuevo sistema de educación que no nos beneficia en absoluto. Quizás no se nos escuche, y sabemos que muchos compañeros creen que no sirve para nada, pero queremos dejar claro que no nos rendimos. Tenemos la responsabilidad de no desistir y de seguir intentándolo.
Los objetivos de nuestro encierro son el de crear un espacio crítico de diálogo, para debatir y exponer nuestras diferentes opiniones, ya que, creemos, no se han creado los canales institucionales adecuados para participar en este proceso de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior. Este encierro nos ha permitido el debate y el contacto entre nosotros para poder crear una opinión crítica y fundamentada sobre el Proceso de Bolonia, opinión que ha sido manipulada por las instituciones de esta Universidad, que sólo nos muestran la cara amable de un proceso mucho más complejo y profundo.
Se nos ha tratado de desprestigiar acusándonos de muy diversas maneras: de no saber lo que queremos, de actuar de forma “radical”, de manipular y confundir a otros estudiantes. Sin embargo, la institución universitaria ha creado esta opinión sin atreverse a debatir con nosotros y tratando de minimizar nuestro movimiento sin tan siquiera preguntarnos, salvo en ocasiones impuestas por estos órganos. Nuestro objetivo no es sino crear un movimiento asambleario, pacífico y democrático para llevar adelante una nuevo planteamiento del Proceso de Bolonia, así como defender una universidad pública, crítica y libre, en contraposición al modelo que quieren imponer basado en la financiación con capital privado, mercantilizado y que no forma a personas íntegras, sino a mano de obra subordinada a las necesidades del mundo laboral.
Somos conscientes, sin embargo, de que el sistema actual no es ni mucho menos perfecto, y lo que nosotros planteamos es una adaptación verdadera a los planteamientos expresados en la Declaración de Bolonia. Una adaptación verdaderamente democrática y participativa, que tome en cuenta a todos los miembros de la Universidad, sobre todo al alumno. No se puede construir un proceso de renovación de la Educación Superior mediante la imposición y la adaptación chapucera que sólo consigue desprestigiar aún más a la institución universitaria, realizando la elaboración de los planes de estudio con prisas, sin participación real y efectiva de los estudiantes, incluso aprobándose en los meses de verano o la aplicación del nuevo plan en bloque en algunas facultades y sobre todo la falta de participación.
Afirmamos rotundamente que este cambio es a peor: con Bolonia, por ejemplo, se perjudicará a las carreras con menos rentabilidad económica amenazando con eliminar aquellas menos rentables; se seguirá produciendo un aumento radical de las tasas (este año del 3,2%) encareciendo la educación a través de la implantación del Posgrado y el Máster; habrá una devaluación de los conocimientos en el Grado, obligándonos a cursar un Máster; se implantarán préstamos-renta que pueden hacer peligrar las becas a fondo perdido, etc... Estos son sólo unos pocos ejemplos de lo que la supuesta diosa Bolonia nos traerá.
Con esto no queremos decir que nuestra crítica se quede en el mero negativismo de decir NO a todo y quedarnos como estábamos. Reconocemos aspectos muy positivos en este proceso, sobre todo en lo referido a la Pedagogía y a la incorporación de nuevos métodos de enseñanza o a la facilidad de la movilización, pero la pésima financiación basada en el “coste 0” hará que estos propósitos queden en eso, en meros propósitos.
Antes de finalizar, queremos expresar nuestra solidaridad con los 28 compañeros represaliados y expedientados en la UAB, 6 de ellos expulsados. Está claro que nuestro movimiento, extendido por todo el país, gana fuerza cada día porque la causa que defendemos es justa, y está claro que, unidos como estamos ahora, podremos conseguirlo.
Con este manifiesto queremos dejar claro que nuestra lucha continúa y que seguiremos informando, creando debate crítico y movilizándonos hasta que nuestras reivindicaciones (ya planteadas en la huelga del pasado 13 de noviembre) queden satisfechas una por una. Plantearemos un segundo cuatrimestre de movilizaciones y acciones reivindicativas de la que este encierro es sólo una pausa para coger nuevas fuerzas. Creemos firmemente en lo que pensamos y actuamos firmemente por lo que creemos. ¡NO A ESTE PROCESO DE BOLONIA!
Los objetivos de nuestro encierro son el de crear un espacio crítico de diálogo, para debatir y exponer nuestras diferentes opiniones, ya que, creemos, no se han creado los canales institucionales adecuados para participar en este proceso de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior. Este encierro nos ha permitido el debate y el contacto entre nosotros para poder crear una opinión crítica y fundamentada sobre el Proceso de Bolonia, opinión que ha sido manipulada por las instituciones de esta Universidad, que sólo nos muestran la cara amable de un proceso mucho más complejo y profundo.
Se nos ha tratado de desprestigiar acusándonos de muy diversas maneras: de no saber lo que queremos, de actuar de forma “radical”, de manipular y confundir a otros estudiantes. Sin embargo, la institución universitaria ha creado esta opinión sin atreverse a debatir con nosotros y tratando de minimizar nuestro movimiento sin tan siquiera preguntarnos, salvo en ocasiones impuestas por estos órganos. Nuestro objetivo no es sino crear un movimiento asambleario, pacífico y democrático para llevar adelante una nuevo planteamiento del Proceso de Bolonia, así como defender una universidad pública, crítica y libre, en contraposición al modelo que quieren imponer basado en la financiación con capital privado, mercantilizado y que no forma a personas íntegras, sino a mano de obra subordinada a las necesidades del mundo laboral.
Somos conscientes, sin embargo, de que el sistema actual no es ni mucho menos perfecto, y lo que nosotros planteamos es una adaptación verdadera a los planteamientos expresados en la Declaración de Bolonia. Una adaptación verdaderamente democrática y participativa, que tome en cuenta a todos los miembros de la Universidad, sobre todo al alumno. No se puede construir un proceso de renovación de la Educación Superior mediante la imposición y la adaptación chapucera que sólo consigue desprestigiar aún más a la institución universitaria, realizando la elaboración de los planes de estudio con prisas, sin participación real y efectiva de los estudiantes, incluso aprobándose en los meses de verano o la aplicación del nuevo plan en bloque en algunas facultades y sobre todo la falta de participación.
Afirmamos rotundamente que este cambio es a peor: con Bolonia, por ejemplo, se perjudicará a las carreras con menos rentabilidad económica amenazando con eliminar aquellas menos rentables; se seguirá produciendo un aumento radical de las tasas (este año del 3,2%) encareciendo la educación a través de la implantación del Posgrado y el Máster; habrá una devaluación de los conocimientos en el Grado, obligándonos a cursar un Máster; se implantarán préstamos-renta que pueden hacer peligrar las becas a fondo perdido, etc... Estos son sólo unos pocos ejemplos de lo que la supuesta diosa Bolonia nos traerá.
Con esto no queremos decir que nuestra crítica se quede en el mero negativismo de decir NO a todo y quedarnos como estábamos. Reconocemos aspectos muy positivos en este proceso, sobre todo en lo referido a la Pedagogía y a la incorporación de nuevos métodos de enseñanza o a la facilidad de la movilización, pero la pésima financiación basada en el “coste 0” hará que estos propósitos queden en eso, en meros propósitos.
Antes de finalizar, queremos expresar nuestra solidaridad con los 28 compañeros represaliados y expedientados en la UAB, 6 de ellos expulsados. Está claro que nuestro movimiento, extendido por todo el país, gana fuerza cada día porque la causa que defendemos es justa, y está claro que, unidos como estamos ahora, podremos conseguirlo.
Con este manifiesto queremos dejar claro que nuestra lucha continúa y que seguiremos informando, creando debate crítico y movilizándonos hasta que nuestras reivindicaciones (ya planteadas en la huelga del pasado 13 de noviembre) queden satisfechas una por una. Plantearemos un segundo cuatrimestre de movilizaciones y acciones reivindicativas de la que este encierro es sólo una pausa para coger nuevas fuerzas. Creemos firmemente en lo que pensamos y actuamos firmemente por lo que creemos. ¡NO A ESTE PROCESO DE BOLONIA!