Miguel Pérez, en representación de CEA participó en la charla sobre "Universidad y sociedad: pasado, presente y futuro" el día 11 de noviembre de 2015 con la siguiente intervención:
FINANCIACIÓN
En una sociedad donde el modelo
de democracia liberal está en crisis, es comprensible que el modelo de
universidad democrática también entre en crisis, pero no justificable. Por lo
que respecta al modelo de política neoliberal, la privatización de la política
conduce a la privatización del Estado, en el sentido de que organismos e
instituciones aparentemente democráticos se desvirtúan y pasan a atender
solamente los intereses de una sola clase, curiosamente la que controla y gestiona
dichos organismos e instituciones. Pongamos por caso la externalización de los
servicios públicos, por ejemplo las universidades.
Resulta curioso
que el estudiantado fuese el único sector de la comunidad universitaria que
advirtiese de la realidad que estamos viviendo.
El plan Bolonia
nos ha traído a este punto.
Ha resultado un
ataque a la universidad pública a través de la injerencia de las empresas
privadas , es decir una mercantilización del saber con la adaptación de los ritmos de
estudio-trabajo a los de un mercado laboral .
Tenemos así una
universidad pública cuya forma se dirige a ajustarse a las necesidades del
mercado que con la excusa de la crisis económica ha recortado los derechos
laborales que tanto costo conseguir a la clase trabajadora.
Ya se empieza a
definir la universidad como universidad-empresa, una institución pública
gestionada con métodos propios de las empresas privadas y cuyos beneficios
revertirán en ellas con la fórmula:
“financiación
competitiva, gobernanza corporativa y transferencia de la investigación a las
empresas”.
Desde aquí
recordamos que quien está pagando la nueva universidad son los estudiantes con
una creciente subida de matrículas, de tasas universitarias y cada vez la menor
concesión de becas de estudios.
Recordamos a los
30.000 estudiantes que el curso pasado no pudieron continuar sus estudios por
no poder pagárselos.
Recuerdo el
recorte de cerca del 40% del presupuesto respecto 2009 en ayuda a investigación
situando al gasto público en I+D+i en un 1,23% del PIB, inadmisible en un
estado del bienestar.
La directriz de
Europa es un 3% del PIB, pero parece que solo acatamos las órdenes de Europa
cuando interesa.
Bien acatamos la vanguardia de Europa con la
reforma del artículo 135 del constitucional, cuando en 2011 Partido socialista
y partido popular aunaron fuerzas para
el segundo cambio constitucional de la democracia. Dando prioridad al pago de
la deuda bancaria frente a cualquier otro gasto presupuestario.
¡¡¡¡Cuanto se
pone en duda el significado de democracia con este hecho!!!!
Desde CEA
planteamos propuestas de acción colectivas frente a lo que consideramos ofensas
por parte de las políticas neoliberales, en este caso en el terreno de la
educación superior.
Desde el
Colectivo Estudiantil Alternativo (CEA ) consideramos que permanecer callados y
calladas nos haría cómplices y desde su fundación hace más de veinte años,
llevamos luchando en las calles y en las instituciones por todo ataque
neoliberal.
AUTONOMÍA
Hablemos de
autonomía universitaria.
Resulta
especialmente molesta la injerencia de los políticos en la gestión de la propia
universidad. No solo reducen las partidas presupuestarias, sino que además
tratan de controlar los currículos de grados y másteres a través de mecanismos
como la Agencia Nacional de la Calidad y la Acreditación por el que todos
tenemos que pasar y cuyos miembros son nombrados por el partico político en el
gobierno.
También se puede
hablar de la financiación de la junta de CYL hacia la USAL:
La partida
presupuestaria que destina a la universidad se fija en una cuota y si la
universidad tiene superávit se reduce
esta cuota. Con lo que cualquier esfuerzo por parte de la universidad para
aumentar partidas destinadas a becas o investigación está seriamente
condicionado por el gobierno autonómico. ¿Dónde queda la autonomía
universitaria entonces?
Desde CEA tenemos una postura clara, una
universidad pública no puede estar en continuo sometimiento con las campañas
neoliberales llevadas a cabo en los últimos tiempos, como el proceso de Bolonia
o la actual “estrategia de universidad 2015”.
Este fenómeno
responde al modelo de política neoliberal que enmarca nuestro país.
Es el caso de
las universidades, cuando se externalizan sus servicios y su financiación, se
está dando banda ancha a que sea una herramienta al interés del inversor, sin
olvidar el dinero público invertido en ellas para que el proyecto sea viable.
Si hablamos de
los precios de las matrículas y del encarecimiento general de los estudios
universitarios parece que responden a una estrategia de hacer prohibitivo el
acceso a los estudios superiores a una determinada clase social y el resultado
es que decenas de miles de alumnos se ven obligados a ver una universidad
cercana a su lugar de origen o bien a escoger una modalidad de estudios más
asequibles que pudieran ser la UNED o incluso las universidades ON-LINE, por lo
tanto, se está favoreciendo el progreso de las universidades privadas.
Por otro lado se
da el caso que en CYL se ha visto que es uno de los territorios donde más ha
subido las tasas universitarias, incluso se da el caso de grados organizados
por dos universidades a la vez de distinta autonomía en los que los alumnos de
cada uno de los territorios tienen una tasa diferente.
Las comunidades
autónomas interfieren en las universidades imponiendo unos precios establecidos
a la matrícula, esto ha ocasionado una reducción de los alumnos matriculados
sobre todo provenientes de clases populares.
CONOCIMIENTO LIBRE
El objetivo de
la universidad es la creación y difusión del conocimiento. Es su mayor
aportación a la sociedad.
No solo es un
dispensador de títulos universitarios que faculten para ejercer una determinada
profesión. El verdadero sentido de la universidad es generar y compartir el
saber.
Incluyo el propio
nombre de universidad alude a lo universal.
Una vez dicho
esto, hay un conflicto de intereses entre mercado y conocimiento en el sentido
de que desde la ideología estrictamente liberal, todo conocimiento será
mercantilizable y utilizado para extraer ganancia o beneficio.
Esto se puede
materializar en la ciencia de la información o la gestión del conocimiento en
forma de publicaciones científicas.
Se da la
necesidad de que un investigador para acreditar su prestigio intelectual
necesita publicar sus investigaciones o sus hallazgos en medios escritos o
digitales de renombre. Estas revistas científicas están en manos de empresas
editoriales que tienen una estrategia de obtención de beneficios con la
publicación de estas. Ya por esto el conocimiento entra en un círculo vicioso
de mercantilización de forma que si no se publica en estas revistas parece que
los investigadores no tienen un status reconocible por el resto de la comunidad
científica.
La falta de
inversión en I+D+i, está poniendo en crisis y en precariedad el presente y el
futuro de una generación de jóvenes universitarios ya sean estudiantes,
docentes o investigadores.
Nos parece una
política desastrosa para cualquier país que se anule la capacidad de construir
y afrontar los retos por medio del recorte e inversión en la investigación. Una
sociedad que quiera estar al día no puede permitirse el lujo de dejar en la
cuneta a los jóvenes investigadores.
La inversión
pública es imprescindible en muchos niveles de la ciencia básica, ya que la
empresa privada a menudo solo invierte en aquellas cosas que tiene una rápida
recuperación de esa inversión. Por eso el papel del estado es imprescindible y
la política en investigación de I+D+i si queremos una sociedad abierta al
futuro y que pueda crear oportunidades económicas, laborales, etc. Para las
siguientes generaciones.
Ante la
privatización del conocimiento por parte de las empresas y los lobbys, la
comunidad universitaria y científica se
defiende por medio del compartir el conocimiento.
Para avanzar en el
conocimiento cada científico necesita y usa los aportes de generaciones de
otros científicos que antes que él han explorado y puesto las bases en
cualquier campo.
La actividad
científica por tanto es esencialmente colaboradora y están surgiendo experiencias
cada vez más numerosas de grupos y redes de trabajo que gracias a las nuevas
plataformas de comunicación y de tecnología pueden compartir conocimientos sin
pasar por los circuitos comerciales.
En esta
filosofía podemos encontrar movimientos como el “open Access” o las bases de
datos compartidas.
Esta es una
forma de democratizar el conocimiento ya que cualquier investigador puede
construir nuevas líneas a partir de conocimientos compartidos libre y
gratuitamente por otros profesionales como el.