El día viernes 22 el
Colectivo Estudiantil Alternativo tenía previsto celebrar un acto sobre
“la represión de los Movimientos Sociales” que contaba con la
participación de uno de las personas que ha sufrido una mayor represión
de los últimos meses debido a que fue detenido y llevado a prisión
durante 56 días permaneciendo en aislamiento sin haber tenido un juicio
previo al encarcelamiento.
No había ningún problema con la
celebración del acto hasta que un grupo neonazi externo a esta
institución, haciéndose pasar por estudiantes de la USAL, y un periódico
conocido por linchar a Decanos de esta Universidad cada vez que
aprueban una actividad que no les gusta, decidieron intervenir. El
rectorado ha optado por ceder ante éstos, prohibiendo la realización del
acto en la Universidad con la excusa de que, y cito literalmente, “el
joven madrileño no cumple con los requisitos de relevancia personal y
profesional “ (Salamanca Universitaria. Editorial del día 20/03/2013).
Es curioso que se realice semejante
juicio de valor sobre una persona el mismo día que se cedió Fonseca al
señor Kiko Rivera, más conocido como Paquirrín, para que actuara
“mostrando su faceta de DJ” (Salamanca24horas. Editorial del día
20/03/2013).
No es la primera vez que CEA ha de
enfrentarse a este tipo de acusaciones ni a presiones venidas desde
estos mismos grupos, pero sí que es la primera vez en su historia, que
cuenta ya con casi 20 años, en la que un Rector de esta Universidad cede
ante estas absurdas acusaciones obligando a que un decano revoque un
permiso que ya nos había sido concedido por presiones externas a esta
institución. Por eso, queremos recordarle al señor rector que:
1) Es rector de una universidad pública, y
que tal y como define el DRAE (diccionario de la Real Academia
Española) en su acepción 4, público quiere decir “perteneciente o
relativo a todo el pueblo”.
2) Ceder ante estas presiones afirma y legitima las acusaciones vertidas hacia gran parte de la Comunidad Universitaria a la que usted está representando. Y no sólo nos estamos refiriendo al estudiantado, sino también a profesores de la USAL que han defendido nuestra postura y que también han sido criminalizados y difamados por un medio de comunicación carente de cualquier tipo de deontología profesional, y por un pequeño pero influyente sector de la sociedad salmantina que hace de la intolerancia, del discurso único y de las actitudes inquisitoriales sus principios rectores.
3) CEA siempre hemos defendido una Universidad al servicio de la sociedad, y esto implica estar abiertos al debate plural. Durante la dictadura, la Universidad fue una isla de libertad en la que los perseguidos por el régimen podían expresarse e intercambiar ideas, al margen de las presiones del poder político. Entendemos que esta función social es parte indispensable de la esencia universitaria. Creemos también que la universidad ha de ser el medio por el que los alumnos adquieran un pensamiento crítico, más necesario hoy día que nunca. Esto hace que los estudiantes de una Universidad crezcan, como personas y como profesionales. La Universidad de Salamanca, como institución pública que es, debe fomentar y favorecer el conocimiento por parte del conjunto de la sociedad de las diferentes opiniones y opciones existentes, sin más limitaciones que el respeto a la diversidad y la tolerancia.
4) Las leyes de este país afirman que una persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario, y, a día de hoy, no existe ninguna prueba incriminatoria hacia el que iba a ser el “conferenciante” principal, por lo cual todas las acusaciones vertidas hacia él, y por lo tanto, hacia nosotros, son absolutamente falsas. Se ha vulnerado el principio de presunción de inocencia, creando un ruido mediático que finalmente se ha impuesto sobre cualquier posibilidad de diálogo racional.
5) La Universidad de Salamanca, como institución patrimonio del conjunto de la sociedad salmantina y universal, debe favorecer que todos los ciudadanos independientemente de su formación académica y/o profesional puedan participar de la vida universitaria y por ello no compartimos el criterio de que solo los que posean “relevancia profesional” pueden participar en los debates organizados en el seno de la Universidad.
6) Desde el Colectivo Estudiantil Alternativo (CEA) consideramos necesario recordar al Señor Rector, que la Universidad de Salamanca pertenece no al Equipo de Gobierno que él preside, ni siquiera a la comunidad universitaria, sino al conjunto de la sociedad, que es la que financia con sus impuestos los gastos de la institución, y por ello en su seno debe tener cabida, de una forma u otra, todas las personas independientemente de su “relevancia profesional”, es más, se debe habilitar espacios para que cualquier ciudadano se sienta parte de esta institución, lo contrario es apostar por una universidad propiedad de las élites intelectuales o económicas, filosofía que nunca hemos compartido desde el Colectivo Estudiantil Alternativo (CEA).
7) El Colectivo Estudiantil Alternativo (CEA) desde sus orígenes, ha sido una asociación donde quien marca su actividad y objetivos son los estudiantes de la Universidad de Salamanca y no los diferentes Equipos de Gobierno que rigen la Universidad en cada momento. Por ello no podemos aceptar que desde el rectorado se nos pretenda imponer qué tipos de actos organizamos y que personas intervienen en los mismos y ni mucho menos si tenemos o no derecho a utilizar las instalaciones de la Universidad, derecho que nos han otorgado los estudiantes con sus votos en los diferentes procesos electorales, el último de los cuales nos otorgó la condición de asociación estudiantil mayoritaria en la Universidad de Salamanca y nos ha permitido tener más de cuarenta representantes en el Claustro Universitario.
8) No parece usted comprender, Sr. Rector, el enorme problema al que la Universidad se enfrenta como institución desde hace unos años. Nuestro gobierno ya ha humillado a la Universidad bastante recortando su presupuesto, provocando despidos de profesores, endureciendo los requisitos para acceder a las becas generales, destruyendo las Becas Séneca y elevando las tasas académicas a precios insultantes para una sociedad con un 25% de paro. Ahora, además, también puede modificar su calendario de actividades a través de sus lobbys de presión. Y mientras hablamos, el Gobierno ultima una reforma de la educación primaria y secundaria que recortará financiación a los colegios e institutos de los barrios de clase trabajadora, reduciendo así el número de estudiantes universitarios. Y lo que le molesta al ministro Wert es la respuesta estudiantil que se está produciendo. Señor Rector, la derecha salmantina no ha cargado contra CEA por organizar este acto, sino por ser la voz crítica con el Gobierno en esta Universidad.
Además, Señor Rector, la prohibición del acto es contraria a Derecho, es manifiestamente ilegal. Recordamos que la actividad prohibida estaba organizada por CEA, una asociación representativa y además mayoritaria en la Universidad de Salamanca.
El artículo 31 del Reglamento de la representación de los estudiantes en la Universidad de Salamanca, aprobado por este Consejo de Gobierno el 21 de diciembre de 2006, establece lo siguiente:
“Las Asociaciones de Estudiantes (…) podrán utilizar, previa comunicación al Decanato o Dirección del Centro, aulas u otras dependencias de los Centros para la celebración de asambleas, reuniones u otras actividades en el ámbito de su competencia”.
El acto prohibido no se enmarca en la programación académica de la Universidad, sino que se trata de una actividad que organiza una asociación de estudiantes de esta Universidad.
Y fíjense si se trata de una actividad que entra dentro de nuestras competencias, que en el Estatuto del Estudiante Universitario, aprobado por Real Decreto 1791/2010, de 30 de diciembre, en su artículo 38, se afirma que las universidades impulsarán “la participación estudiantil en asociaciones y movimientos sociales, como expresión de la formación en valores de convivencia y ciudadanía”. Señor rector, la actividad prohibida pretendía analizar la realidad de los movimientos sociales, es decir, fomentar la participación estudiantil abordando los problemas de la realidad social.
Por tanto, de acuerdo con la normativa, una asociación universitaria sólo tiene que comunicar las actividades que realiza en las instalaciones universitarias al Decanato. Nada tiene que decir el Rectorado al respecto.
Con esta prohibición se ha vulnerado el derecho que tienen los estudiantes, reconocido en el artículo 7.1 r) del Estatuto del Estudiante Universitario, “a la libertad de expresión, de reunión y de asociación en el ámbito universitario, exenta de toda discriminación directa e indirecta, como expresión de la corresponsabilidad en la gestión educativa y del respeto proactivo a las personas y a la institución universitaria”.
Señor rector, no se trata de una actividad enmarcada en la programación académica de la universidad, sino de un acto que organiza una asociación de estudiantes y que por ello puede celebrarse en la universidad. Porque la representación estudiantil es un derecho, señor rector. Nada importa la relevancia del ponente para que este tipo de actos se celebre. Pero, en cualquier caso, es falso que no tenga relevancia. Muchos parlamentarios[1] de nuestro país, de muy diversas ideologías, han apoyado la causa de Alfon, pertenecientes a partidos como el PSOE, Izquierda Unida, Iniciativa per Catalunya, la Chunta Aragonesista, Esquerra Republicana per Catalunya, el BNG, Coalición Canaria y Compromís, y más de 150 colectivos sociales de distintos países también[2].
Señor rector, con su decisión no sólo ha vulnerado la normativa administrativa, sino que al prohibir de forma arbitraria por la ideología que representa CEA y la actividad en cuestión, su prohibición vulnera el derecho fundamental a la igualdad y no discriminación por razón de ideología, así como el derecho fundamental a la libertad de expresión, reconocidos en nuestra Constitución.
Por todos estos motivos, señor rector, queremos expresar nuestra decepción ante su actuación, que ha terminado perjudicando enormemente la imagen de la Universidad. La prohibición de este acto ha sido un escándalo para una buena parte de la comunidad universitaria española. Prueba de ello son los cientos de personas que han firmado estar en desacuerdo con su decisión, y que consideran desafortunadas sus palabras.
Han criticado su decisión 20 catedráticos y 100 profesores de universidad, entre ellos el ex Rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Berzosa, quien nos recordó las palabras de Unamuno al comienzo de su famoso discurso en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca el 12 de octubre de 1936: “estáis esperando mis palabras. Me conocéis bien, y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces, quedarse callado equivale a mentir. Porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia”.
Ha criticado su decisión el hombre que mejor comprende la libertad en nuestro país: el poeta salmantino Fernando Macarro, más conocido como Marcos Ana, candidato al Premio Principe de Asturias de la Paz, quien pasó 23 años en las prisiones franquistas, y que nos ha recordado que él “siempre estará del lado de quienes defienden la libertad”.
Han criticado su decisión personas muy relevantes de la cultura de nuestro país, como la ex Directora de la Biblioteca Nacional de España Rosa Regàs, el dramaturgo Alfonso Sastre, el político Julio Anguita, el activista gay Shangay Lily, el periodista Ignacio Escolar, el escritor Santiago Alba Rico, el cantaor flamenco y premio nacional Juan Pinilla, el escritor Carlo Frabetti, el catedrático de economía Juan Torres, el actor ganador de un Goya Alberto San Juan, el actor Guillermo Toledo, el humorista gráfico Carlos Azagra, el activista social Javier Couso, el director de El Viejo Topo Miguel Riera o el periodista Javier Gallego.
Han criticado su decisión 17 colectivos de la sociedad salmantina: Federación de Vecinos de Salamanca (FEVESA), la Asociación Desarrollo Comunitario Buenos Aires (ASDECOBA), el comité de Bici Urbana Guardabarros, el Comité Antinuclear y Ecologista, la Confederación General del Trabajo (CGT), Comisiones Obreras (CCOO), la plataforma “Hay alternativas”, el Foro por la Memoria de Salamanca, el Colectivo Feminista 13 Rosas, STOP Desahucios, el Partido Comunista de Salamanca (PCE), Izquierda Republicana (IR), La Izquierda de Salamanca (IZSA), EQUO, Izquierda Unida (IU) y Juventudes Comunistas (UJCE). La gravedad de este hecho es tal que la diputada Caridad García ha registrado una pregunta en el Congreso de los Diputados dirigida al Gobierno, y en la que su Grupo Parlamentario estima que “que estos hechos y declaraciones son gravísimas, además de decepcionantes, tanto por la falta de actitudes democráticas demostradas, como que ocurra esto en una universidad pública que se supone que defiende los derechos sociales y que está al servicio del conocimiento, pero que al final, y esto es lo peor, ha cedido a un chantaje de un colectivo neonazi convirtiendo un acto contra la represión en un acto represaliado”.
Han criticado su decisión catedráticos, profesores e investigadores de las Universidades de Valencia, Sevilla, Barcelona, Autónoma de Barcelona, Autónoma de Madrid, Complutense de Madrid, Oviedo, Castilla-La Mancha, Granada, Pontificia de Chile, Carlos III de Madrid, Politécnica de Madrid, Pompeu Fabra, Alcalá de Henares, Vigo, Alicante, Cádiz, León, Valladolid, Málaga, Córdoba, Sevilla, Rey Juan Carlos, Pablo de Olavide, Internacional de Andalucía, Politécnica de Cartagena, el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Universidad de Quintana de Roo (México), Universidad Autónoma de Chiapas (México), Universidad de Illinois (Chicago, USA), Universidad de Buenos Aires (Argentina), Universidad Nacional de Rosario (Argentina), Binghamton University (Nueva York, USA), y Harvard School of Medicine (Boston, USA).
Por todo lo expuesto, Señor Rector, instamos a la Universidad de Salamanca y especialmente a su equipo de Gobierno a que haga una valoración crítica de su forma de actuar en el presente caso y que en el futuro apueste por una universidad abierta, plural, tolerante y donde el debate y la confrontación de ideas sea algo enriquecedor para el conjunto de la sociedad.
Salamanca, a 25 de marzo de 2013.Colectivo Estudiantil Alternativo (CEA)